La violencia de género, es cualquier acto de dominación, control o agresión que se ejerce contra una persona por su identidad de género, y que afecta principalmente a las mujeres y personas LGBTQ+. También conocida como violencia machista, no siempre deja marcas visibles, pero sí deja heridas profundas en la salud mental, económica y social de quienes la sufren. En Chile, esta violencia no es un hecho aislado: cada día se reportan casos en casas, centros de trabajo, universidades y redes sociales. No se trata solo de golpes: es controlar quién ves, qué haces, cuándo sales, o incluso qué te pones. Es desvalorizarte, humillarte, aislar tu círculo de amigas y amigos, o negarte el dinero para comprar comida. Es también el silencio que te obligan a guardar, el miedo que te hace callar cuando gritas.
La feminicidio, es la forma más extrema de violencia de género: el asesinato de una mujer por ser mujer, motivado por odio, desprecio o posesión. En Chile, cada año se registran más de 20 feminicidios, y muchos más casos que terminan en intento de homicidio o desaparición. Pero no todo empieza con un cuchillo: muchas veces empieza con una mirada, un comentario, un "te lo mereces". Y esto no es algo que solo pase en barrios pobres: ocurre en casas de clase media, en universidades como la USACH, y hasta en instituciones que deberían proteger. La mujer, es el sujeto principal de esta violencia, pero también la que más lucha por cambiar las estructuras que la permiten. Las estudiantes, las trabajadoras, las madres, las docentes, las periodistas: todas enfrentan formas distintas de esta violencia, y muchas veces sin apoyo real. El sistema judicial tarda, los centros de atención están saturados, y muchas veces se culpa a la víctima por lo que le pasó. Pero no es su culpa. Es culpa de una cultura que aún normaliza el control, la humillación y la impunidad. La derechos humanos, son el marco legal y moral que exige que toda persona, sin importar su género, viva libre de violencia. En Chile, hay leyes, pero su aplicación es desigual. Por eso, cada denuncia, cada testimonio, cada palabra que se dice en voz alta, es un acto de resistencia.
Lo que encontrarás aquí no son estadísticas frías ni discursos de moda. Son historias reales, casos que han salido a la luz, denuncias que se hicieron, y también silencios que aún pesan. Algunos artículos hablan de cómo se vive esta violencia en las universidades, otros de cómo las mujeres se organizan para protegerse, y otros de los errores que aún se repiten en la justicia. No hay soluciones fáciles, pero sí hay caminos que ya se están recorriendo. Y tú, al leer esto, ya estás en uno de ellos.
La Comisión de Libertades Condicionales de Coyhaique otorga libertad a Mauricio Ortega, pese al rechazo de Gendarmería, reavivando el debate sobre la violencia de género en Chile.
El personal del Ministerio de Educación de Jujuy participó en una capacitación sobre violencia de género el 17 de octubre de 2024. El evento incluyó sesiones en la mañana y en la tarde, destinadas a proporcionar herramientas y visibilidad en situaciones de violencia de género. La capacitación abarcó temas como definición, formas, consecuencias, marco legal y recursos disponibles, con el objetivo de promover la sensibilización en la comunidad educativa.
Argentina se encuentra sacudida por un significativo escándalo debido a una denuncia de violencia de género interpuesta contra el ex presidente Alberto Fernández por su ex pareja Fabiola Yáñez. La denuncia incluye alegaciones de agresiones físicas, incluso durante el embarazo. Fernández, quien enfrenta una investigación por corrupción, habría amenazado con suicidarse si Yáñez lo denunciaba.
