La violencia doméstica, un patrón de abuso físico, emocional o económico dentro del hogar, generalmente contra mujeres y niñas. También conocida como violencia de género, no es un problema privado: es una violación de derechos humanos que afecta a miles de familias en Chile cada año. No se trata solo de golpes. Muchas veces es control, humillaciones, aislamiento, amenazas o negar el dinero para comer. Y aunque muchas personas creen que esto pasa solo en ciertos barrios o familias, la realidad es que puede ocurrir en cualquier casa, con cualquier persona, sin importar el nivel educativo o económico.
En Chile, los casos de violencia doméstica se reportan todos los días, pero muchos no llegan a la justicia. Por eso, cuando aparece una noticia como la libertad condicional de Mauricio Ortega —un hombre acusado de violencia contra su pareja Nabila Rifo—, desata un debate nacional. ¿Por qué se le otorgó libertad si el sistema de gendarmería se opuso? Ese tipo de decisiones no son solo legales: son simbólicas. Reflejan cómo el sistema trata a las víctimas. Y cuando la selección femenina de fútbol pierde 3-0 ante Uruguay, no es solo un partido: es otro recordatorio de que las mujeres siguen luchando por ser escuchadas, incluso en espacios que deberían ser seguros.
Lo que ves aquí no son solo titulares sueltos. Son historias reales que conectan con la violencia doméstica: desde juicios que generan polémica hasta mujeres que, tras años de silencio, logran que se haga justicia. Hay casos donde las víctimas son madres, hijas, hermanas, vecinas. Y hay sistemas que fallan, pero también hay personas que se levantan. Aquí encontrarás lo que realmente está pasando: no teorías, no estadísticas sin rostro, sino hechos con nombres, lugares y consecuencias. Lo que sigue son las noticias que importan, las que nadie quiere ver pero que todos deberían conocer.
Un hombre de 31 años atacó a su expareja con un martillo en Garín en un intento de femicidio. Posteriormente intentó suicidarse lanzándose frente a un camión en la autopista Panamericana. La víctima, quien tenía una orden de restricción, se encuentra en estado crítico. Este incidente subraya el incremento de la violencia doméstica, incluso con medidas de protección previas.
