Simone Biles, gimnasta estadounidense considerada la más grande de la historia por su combinación de potencia, precisión y innovación en el arte de la gimnasia. También conocida como la reina del salto, ella no solo ganó medallas: reescribió lo que se creía posible en el tapete. En los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, su decisión de retirarse temporalmente para cuidar su salud mental marcó un antes y un después en el deporte profesional. No fue una derrota, fue un acto de coraje que abrió la puerta a miles de atletas para hablar de presión, ansiedad y auto-cuidado.
Simone Biles no es solo una atleta: es un fenómeno cultural. Sus movimientos, como el Simone —un doble salto mortal con tres vueltas en la salida de suelo—, llevan su nombre en el Código de Puntuación de la Federación Internacional de Gimnasia. Eso significa que, por primera vez en la historia, un elemento lleva el nombre de una mujer en la gimnasia femenina. Su dominio en los Mundiales de Gimnasia Artística la convirtió en la deportista con más medallas de oro en la historia del campeonato, superando a cualquier hombre o mujer en cualquier disciplina.
Lo que hace única a Simone no es solo su técnica, sino su capacidad para reinventarse. Después de un parón por salud mental, regresó con más fuerza, no solo para competir, sino para exigir cambios en las instituciones deportivas. Su voz ha sido clave en investigaciones sobre abusos en la gimnasia, especialmente en el caso de Larry Nassar. Ella no solo sobrevivió: se convirtió en símbolo de justicia y empoderamiento.
En las noticias que encontrarás aquí, verás cómo su legado sigue expandiéndose: desde sus apariciones mediáticas hasta su influencia en nuevas generaciones de gimnastas. No se trata solo de vueltas en el aire o giros en el suelo. Se trata de una mujer que cambió el juego, no solo con su cuerpo, sino con su mente y su coraje. Lo que sigue no son solo resultados, son historias de resistencia, técnica y humanidad.
Simone Biles deslumbró en los Juegos Olímpicos de París 2024 con su impecable ejercicio de suelo. El 24 de agosto, Biles ejecutó una rutina llena de precisión, poder y gracia, destacando con sus complejas acrobacias y elegantes movimientos. Su actuación electrizó al público y reafirmó su estatus de leyenda en la gimnasia.
