Una sequía goleadora, un periodo prolongado sin anotar en partidos clave, que genera tensión en la afición y presión sobre los jugadores. Es algo que cualquier hincha de fútbol conoce de memoria: tres, cuatro, cinco partidos sin marcar, y cada balón que se pierde se siente como un gol en contra. Pero lo más interesante no es la sequía... es lo que viene después. Cuando el equipo rompe esa barrera, el gol no solo cambia el marcador: cambia la historia. En la Copa Sudamericana, un torneo continental sudamericano donde los partidos se deciden por detalles y la garra de los jugadores locales, eso ha pasado más de una vez. Y en 2025, la Universidad de Chile, un club chileno con una tradición de grandes jugadores y momentos históricos en competencias internacionales lo vivió de primera mano.
¿Recuerdas el partido contra Alianza Lima? El 0-0 en Perú dejó a todos con el aliento contenido. Nadie sabía si el equipo iba a encontrar la clave. Pero en Coquimbo, con la formación 3-5-2 y un gol de zurda de Javier Altamirano en el minuto 51, todo cambió. No fue un gol cualquiera: fue el primer tanto en cinco partidos oficiales. Y no se quedó ahí. El segundo gol, también rápido, confirmó que la sequía había terminado. Eso no es casualidad. Es el resultado de una presión acumulada, de una táctica bien ejecutada y de un grupo que decidió no rendirse. Lo mismo pasó con Brentford frente al Manchester United: Igor Thiago marcó dos goles en los primeros 20 minutos, y el equipo que parecía estar en crisis se convirtió en el protagonista. La sequía goleadora no es solo falta de puntería: es una prueba mental. Y cuando se supera, el gol se vuelve un símbolo.
Lo que verás aquí no son solo partidos. Son historias de jugadores que cargan con la expectativa de una afición, de técnicos que arriesgan tácticas, de clubes que luchan por volver a ser relevantes. Desde el gol que llevó a la Universidad de Chile a semifinales, hasta los momentos en que otros equipos rompieron sus propias sequías en la Liga F o en la Copa América Femenina, cada artículo de esta lista cuenta un trozo de esa misma historia. No se trata de números. Se trata de lo que pasa cuando el silencio se rompe. Y en este momento, justo aquí, esos goles están esperando a ser recordados.
Javier Correa, delantero argentino de Colo Colo, expresó su frustración tras otro partido sin marcar gol. Este sentimiento surgió después del empate 1-1 contra River Plate en los cuartos de final de la Copa Libertadores. A pesar de su buen desempeño, Correa no ha logrado anotar desde su llegada al club, lo que ha generado un creciente descontento tanto en el jugador como en los seguidores del equipo.
