Sepultura, una de las bandas más importantes del metal mundial, originaria de Belo Horizonte, Brasil. También conocida como la voz del metal latino, esta agrupación cambió para siempre cómo se escucha el metal en todo el planeta. Desde sus inicios en los 80, con un sonido agresivo y raíces en el thrash metal, hasta su evolución hacia el groove metal y la fusión con ritmos indígenas, Sepultura nunca se quedó quieta. No fue solo una banda: fue un movimiento que rompió fronteras y abrió puertas a otros grupos sudamericanos.
El legado de Max Cavalera, fundador, vocalista y guitarrista original de Sepultura. También conocida como el cerebro creativo detrás de "Roots", que introdujo percusiones tribales brasileñas y letras sobre identidad cultural. Su salida en 1996 fue un terremoto, pero la banda continuó, ahora con Derrick Green como voz, y mantuvo la intensidad. Mientras tanto, groove metal, un subgénero que combina el peso del metal con ritmos pegadizos y batería contundente se convirtió en su sello, inspirando a bandas de todo el mundo, desde Estados Unidos hasta Chile.
En Chile, Sepultura nunca fue solo un nombre en un cartel. Sus conciertos en Santiago, Valparaíso o Concepción siempre generaron multitudes. Su álbum Roots se convirtió en un ícono entre los jóvenes que buscaban algo más que el metal tradicional: algo auténtico, con raíces, con fuerza. Hoy, cuando escuchas a bandas como Los Tres, Mecánica o incluso grupos más nuevos como La Vida Bohème, aún se siente el eco de esa energía cruda que Sepultura sembró.
¿Por qué sigue siendo relevante? Porque no se vendió. No siguió modas. Cambió, sí, pero siempre desde dentro. Su música habla de opresión, identidad, resistencia. Y eso trasciende el tiempo. En las listas de streaming, en los festivales, en los discos de segunda mano en las ferias de Santiago, Sepultura sigue vivo. No es un recuerdo. Es una presencia constante.
Lo que encontrarás aquí no son solo noticias sobre conciertos o discos nuevos. Son historias de cómo una banda de Brasil impactó a una generación entera en Chile, cómo sus letras se volvieron cánticos en los estadios, y por qué, después de más de 40 años, su sonido aún duele bien.
Eloy Casagrande, exbaterista de Sepultura, sorprendió al unirse a Slipknot tras un inusual proceso de audición. Con solo 15 días para preparar su repertorio, grabó y envió videos demostrando su habilidad a la banda. Jim Root destacó su pasión y respeto, seleccionándolo sin audicionar a nadie más. La llegada de Casagrande ha revitalizado a Slipknot y emocionado a sus seguidores.
