La privacidad, el derecho de una persona a controlar quién tiene acceso a su información personal y cuándo. Also known as protección de datos personales, it is not just about hiding secrets—it’s about having power over your own digital footprint. En Chile, cada vez que descargas una app, compras online o usas redes sociales, estás dejando rastros. Y esos rastros pueden ser vendidos, usados para publicidad o, peor aún, robados. No es ciencia ficción: en 2024, más de 120 mil chilenos reportaron fraudes digitales, muchos por falta de control sobre sus datos.
La protección de datos, el conjunto de leyes y prácticas que aseguran que las empresas no usen tu información sin tu consentimiento. es lo que debería detener eso. Aquí, la Ley de Protección de Datos Personales (Ley 19.628) existe, pero muchos no la conocen. ¿Sabías que una tienda online no puede guardarte tu número de cédula si no te lo pide explícitamente? ¿O que un aplicativo de fitness no puede vender tus rutas de correr a seguros? Es tu derecho. Y cuando no se respeta, como en el caso del fraude digital durante el Cyber Monday 2025, es cuando más se necesita entender qué es lo que se está protegiendo.
La seguridad en línea, las medidas técnicas y conductuales que evitan que terceros accedan a tu información sin autorización. no es solo de los expertos. Es tuya. Cambiar contraseñas, no hacer clic en enlaces sospechosos, usar autenticación de dos factores: son cosas simples que marcan la diferencia. Y cuando se combinan con el derecho a la derechos digitales, el conjunto de libertades y protecciones que toda persona tiene en el entorno digital, como el acceso a la información, la libertad de expresión y la privacidad., se convierten en un escudo real. No se trata de ser paranoico. Se trata de ser consciente. En Chile, donde la tecnología crece más rápido que las regulaciones, quien entiende esto no es víctima. Es dueño.
Lo que verás aquí no son artículos técnicos ni leyes aburridas. Son historias reales: desde cómo se usaron datos de usuarios en campañas políticas hasta cómo una app de salud pudo haber expuesto diagnósticos sensibles. También hay casos de personas que lograron recuperar su control, y otros donde el sistema falló. Todo esto, con lenguaje claro, sin jerga, sin miedo. Porque la privacidad no es algo que se le da. Es algo que se exige.
Macarena Venegas, conocida figura mediática chilena, ha revelado su sufrimiento continuo por la persistencia en línea de sus fotos eróticas filtradas hace 14 años. Este incidente ha dejado una huella profunda en su bienestar y privacidad, subrayando la necesidad de mejores mecanismos de protección en la era digital.
