Mongolia, un país de Asia central entre China y Rusia, conocido por sus extensas llanuras, tradiciones nómadas y un pasado imperial que aún resuena en su identidad. También conocido como la Tierra de los Caballos, es uno de los lugares menos densamente poblados del planeta, donde la vida sigue marcada por el ritmo de las estaciones y el movimiento constante. Aquí, la gente vive en yurtas, cría ganado en la steppe y celebra festivales que datan de los tiempos de Genghis Khan. No es un país que aparezca todos los días en las portadas, pero cuando lo hace, siempre tiene algo que decir: desde cambios políticos hasta el impacto del cambio climático en sus pastizales.
La cultura mongola no se reduce a su historia militar. Es una mezcla única de budismo tibetano, respeto por la naturaleza y una fuerte identidad étnica. Las mujeres juegan un papel clave en la sociedad nómada, y la música con instrumentos como el morin khuur (violín de caballo) es parte de su alma. El turismo también crece, no por las ciudades, sino por la experiencia de vivir con familias pastores, montar a caballo bajo cielos sin nubes y ver el amanecer sobre el desierto de Gobi. Todo esto se conecta con temas que aparecen en las noticias: cómo la minería afecta sus tierras, cómo la juventud se mueve entre tradición y modernidad, o cómo el clima extremo está forzando a muchas familias a abandonar sus vidas nómadas.
En las noticias que encontrarás aquí, no verás solo titulares sobre política o economía. Verás historias reales: cómo los pastores adaptan sus rutas, cómo los jóvenes aprenden a usar redes sociales sin perder su lengua, o cómo el turismo sostenible empieza a dar una nueva oportunidad. Mongolia no es un lugar que se entiende con estadísticas. Se entiende con el viento en la steppe, con el olor a té de leche de yegua, con la voz de un anciano contando leyendas bajo las estrellas. Lo que sigue es una colección de artículos que te acercan a ese mundo, sin filtros, sin exageraciones, solo lo que realmente importa.
En marzo de 2023, la Corte Penal Internacional emitió una orden de arresto contra Vladimir Putin, acusándolo de crímenes de guerra por la deportación ilegal de niños ucranianos. A pesar de su compromiso con la CPI, Mongolia no ha detenido a Putin durante su reciente visita, provocando críticas de organizaciones de derechos humanos y la propia CPI.
