Ley Marcial: Qué es, cuándo se aplica y qué dice la historia reciente

La Ley Marcial, un estado de excepción que permite a las fuerzas armadas asumir funciones civiles y suspender derechos fundamentales. También conocido como estado de sitio, se activa cuando el orden público se desmorona y el gobierno civil ya no puede garantizar la seguridad. No es un castigo ni una medida preventiva: es un último recurso, usado solo cuando todo lo demás falla.

En Chile, la Ley Marcial ha estado ligada a momentos de gran tensión. Durante la dictadura militar de 1973 a 1990, se aplicó de forma permanente: las calles eran patrulladas por soldados, las reuniones estaban prohibidas, y los tribunales militares juzgaban a civiles. Hoy, aunque la Constitución permite su uso en casos de grave perturbación del orden interno, nadie la ha invocado desde el retorno a la democracia. Pero eso no significa que esté olvidada. En 2019, durante las protestas sociales, hubo debates públicos intensos sobre si se debía declarar. El gobierno optó por el estado de emergencia, una versión más limitada, pero muchos recordaron lo que pasó antes.

Lo que muchos no saben es que la Ley Marcial no solo afecta a los manifestantes. Afecta a todos: los medios pueden ser censurados, los hospitales pasan a control militar, los juicios civiles se suspenden, y las personas pueden ser detenidas sin orden judicial. Es un cambio radical en la relación entre el Estado y los ciudadanos. Y aunque suena lejano, en otros países —como en partes de México o Colombia— se ha usado en los últimos años contra el crimen organizado, con resultados mixtos: a veces reduce la violencia, pero también genera más miedo y desconfianza.

En la lista de noticias que verás aquí, no encontrarás artículos directamente sobre la Ley Marcial en Chile. Pero sí encontrarás historias que hablan de lo que pasa cuando las instituciones se debilitan: libertades condicionales polémicas, detenciones por lavado de dinero, decisiones judiciales que dividen a la sociedad, y movilizaciones que sacuden el país. Todas estas historias, en su fondo, tocan el mismo tema: ¿quién tiene el poder cuando el sistema se rompe? Y si un gobierno decide recurrir a la fuerza, ¿dónde queda la justicia?

Estos artículos no son sobre la Ley Marcial en sí, pero sí sobre lo que la hace necesaria —o peligrosa— en la práctica. Lo que sigue son casos reales que te ayudan a entender por qué esta ley sigue siendo un fantasma en la memoria colectiva, y por qué muchos la temen más que cualquier otro instrumento legal.