El epicentro, el punto exacto en la superficie terrestre donde se origina la ruptura de un terremoto. También conocido como punto de inicio del sismo, es donde se siente con más fuerza el temblor, y donde los científicos empiezan a medir el daño real. No es lo mismo que el hipocentro —ese es el lugar bajo tierra, a veces a decenas de kilómetros de profundidad, donde realmente se rompe la roca— pero es el epicentro el que marca el mapa de la catástrofe.
En Chile, el epicentro nunca es un detalle menor. Aquí, la placa de Nazca se hunde bajo la sudamericana, y cada año hay decenas de sismos. Algunos son leves, otros no. Cuando el epicentro se ubica cerca de la costa, como en Valparaíso o Araucanía, los alertas llegan en segundos. Las estaciones de monitoreo del servicio sismológico lo detectan en milisegundos, y eso salva vidas. El epicentro no solo indica dónde sacudió la tierra, sino también qué tan cerca estaba de ciudades, carreteras o plantas nucleares.
En las noticias, el epicentro es la primera palabra que aparece. Porque detrás de esa coordenada hay gente, infraestructura, historia. Cuando el sismo sacudió Coquimbo en 2025, el epicentro estaba a 20 kilómetros de la ciudad, y eso cambió todo: más daños, más rescates, más preguntas. En otras ocasiones, un epicentro en el mar, como el de 2024 frente a Arica, generó alertas de tsunami pero pocos daños. No siempre lo que se siente es lo que más importa. A veces, el epicentro está lejos, pero la energía viaja. Otras veces, está justo debajo de una escuela, y el impacto es irreversible.
Lo que verás aquí no son solo datos técnicos. Son historias reales conectadas a ese punto en el mapa: el terremoto que cambió una ciudad, el sismo que no se sintió pero sí se midió, el movimiento que alertó a todo el país. Aquí encontrarás cómo el epicentro se relaciona con las noticias de hoy —desde la investigación de la USACH hasta los reportes del Servicio Sismológico— y por qué, en Chile, entenderlo no es un tema de ciencia, sino de supervivencia.
Un sismo de magnitud 4.4 sacudió la región central de Chile el domingo 7 de julio de 2024 durante la madrugada. El epicentro se localizó 19 kilómetros al norte de El Tabo, en la región de Valparaíso, con una profundidad de 18 kilómetros. No se reportaron daños significativos ni complicaciones mayores según Senapred.
