Entrevistas: lo que realmente importa detrás de las declaraciones más impactantes

Una entrevista, una conversación intencionada donde una persona pregunta y otra responde, con el objetivo de obtener información, revelar emociones o entender una perspectiva. También conocida como diálogo estructurado, es la herramienta más directa que tiene el periodismo para acercarse a la verdad sin filtros. No es solo hacer preguntas y anotar respuestas. Es escuchar lo que no se dice, leer entre líneas, y entender el peso de cada pausa, cada cambio de tono, cada mirada que no aparece en la transcripción.

Las declaraciones, las palabras que alguien elige soltar en público, especialmente bajo presión o en un contexto mediático. También conocida como testimonio oficial, son el producto final de una entrevista, pero no siempre su esencia. Fíjate en cómo Carlos Izquierdoz habla de Universidad de Chile y Alianza Lima: no solo describe rivales, sino que revela la mentalidad de un equipo que quiere romper récords. O cómo Cony Capelli rechaza una oferta millonaria de Canal 13: no es un simple cambio de canal, es una declaración de lealtad en un mundo donde el dinero suele decidir todo. Estas no son respuestas aleatorias. Son decisiones. Y detrás de cada una hay una historia que la entrevista logra sacar a la luz.

El periodismo, la práctica de investigar, verificar y comunicar información relevante al público, especialmente a través de entrevistas que dan voz a quienes viven los hechos. También conocida como reportaje de fondo, es lo que convierte una simple conversación en un hecho social. Cuando Javier Altamirano marca el gol que lleva a la Universidad de Chile a semifinales, la entrevista posterior no solo celebra el gol: pregunta qué pasó en la cabeza del jugador antes del remate, qué le dijo su entrenador, qué le dijo su abuela por teléfono esa mañana. Eso es periodismo. No es solo lo que pasó, es por qué pasó, y cómo lo sintió quien lo vivió.

Una buena entrevista no necesita efectos especiales. No necesita cámaras de alta definición ni iluminación de cine. Solo necesita una pregunta bien puesta, un oído atento y la valentía de dejar que la persona responda sin interrumpir. En estas páginas encontrarás entrevistas reales, no preparadas. Las que cambiaron el rumbo de una carrera, las que expusieron una mentira, las que dieron esperanza a alguien que nadie escuchaba. Las que hicieron que un deportista se volviera héroe, un político se volviera sospechoso, o un artista se volviera legado. Aquí no hay discursos vacíos. Solo voces que decidieron hablar, y alguien que se tomó el tiempo para escuchar.