Cuando hablas de Eduardo Berizzo, entrenador argentino con profunda raíz en el fútbol sudamericano, conocido por su intensidad táctica y liderazgo en equipos de alto rendimiento. También conocido como "El Cabezón", su nombre aparece cada vez que un equipo chileno o argentino busca dar un giro táctico en torneos continentales. No es solo un técnico más: es quien llevó a la Selección de Chile a la Copa América 2015 y quien, años después, volvió a poner en el mapa a la Universidad de Chile, club chileno con historia en la Copa Sudamericana y la Liga Chilena, donde Berizzo impuso un juego directo y defensivo con salida rápida. Su llegada siempre genera expectativa, porque no juega al fútbol de moda: juega al fútbol que él cree que gana.
Berizzo no entrena para complacer. Entrena para ganar, y eso lo llevó a enfrentar a rivales como Alianza Lima, equipo peruano con tradición en la Copa Sudamericana, que ha tenido duelos históricos contra equipos chilenos bajo su dirección. En esos partidos, su táctica no era solo un esquema en el pizarrón: era una declaración. Con 3-5-2, con mediocentros agresivos, con delanteros que presionaban desde el primer minuto. Eso lo viste en el cuarto de final de la Copa Sudamericana, donde la Universidad de Chile se clasificó gracias a un gol de Javier Altamirano, y donde Berizzo —aunque no estuviera en el banquillo— dejó su huella en la forma de jugar.
Su legado no está en los trofeos, sino en la mentalidad. Cuando un técnico como él llega, los jugadores saben que no hay espacio para la complacencia. Por eso, cuando hablan de él en Coquimbo, en Santiago o en Lima, lo hacen con respeto. No es el técnico más mediático, pero es uno de los que más cambia el rumbo de un equipo en momentos clave. Y si ves partidos de la Copa Sudamericana donde el fútbol es intenso, con presión alta y pocas pausas, es muy probable que estés viendo el estilo de Berizzo, aunque él no esté allí.
Lo que encontrarás aquí no son solo partidos o resultados. Son historias de cómo un entrenador con una idea clara puede mover montañas. Desde sus primeros pasos en Argentina hasta los duelos en Sudamérica, pasando por la conexión con jugadores como Altamirano, Gorosito o incluso equipos como Lanús, donde su influencia se siente. No importa si ya no está al mando: su huella sigue en el juego, en las tácticas, en la forma de pensar del fútbol chileno y peruano.
Chile sufrió una derrota 2-1 ante Bolivia en las Eliminatorias para el Mundial 2026. Arturo Vidal criticó al técnico Ricardo Gareca y lamentó la salida de Eduardo Berizzo, cuestionando el estado actual del equipo. Esta derrota complica las chances de Chile para clasificar al Mundial.
